He borrado tu número
y a fuerza de hacerlo
reiteradas veces lo sé
de memoria.
No he vuelto por tu casa.
No digo tu nombre.
No visito altares tuyos
en Facebook.
He hecho la tarea a
consciencia y corazón
y sin embargo, como
todo aprendiz,
no consigo hacer
que mi trabajo
te funda naturalmente
en el olvido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario